Gamero-Cívico
El encaste de Gamero-Cívico, procedente de la venta directa de la ganadería de Parladé a Luis Gamero Cívico, se identifica como el prototipo más genuino que se conserva del tronco Ibarra-Parladé y pasa por ser el que menos modificaciones morfológicas ha sufrido con respecto a sus orígenes.
EL PROTOTIPO DEL ENCASTE DE GAMERO-CIVICO:
Los ejemplares de este encaste se corresponden con un prototipo de talla media, perfil cefálico recto y elipométrico. Se trata de animales de tipo muy basto, condición acentuada en buena medida por el gran desarrollo de su papada (badanudos). Además son largos, bajos de agujas, hondos y de tipo aleonado, es decir con el tercio anterior considerablemente más desarrollado que el posterior.
La cabeza tiene la forma de trapecio invertido, la más frecuente en los vacunos de lidia, con una considerable anchura de sienes. La frente es rizosa y los ojos tienen tamaño grande. Predominan los ejemplares astiblancos y los cuernos son característicamente gruesos en la cepa, alcanzando mucho desarrollo (cornalones) y acabando en pitones extremadamente agudos (astifinos). Con frecuencia aparecen asimetrías en las astas, dando lugar a ejemplares bizcos. Abundan los ejemplares acapachados, cornidelanteros y en general los bien armados. También pueden aparecer toros cornibrochos pero aún estos suelen ser cornalones.
El cuello tiene una longitud media y el morrillo tiene un buen grado de desarrollo, mientras que la papada aparece muy desarrollada embasteciendo considerablemente la lámina de los ejemplares.
El tronco es ancho, la línea dorso-lumbar recta o ligeramente ensillada, los artos traseros algo derribados y la grupa poco desarrollada, mientras que las extremidades son cortas y gruesas, con pezuñas grandes. La cola es gruesa, larga y con el borlón muy poblado.
Sus pintas características son negras y tostadas, dándose también castañas y coloradas. Los accidentales más característicos de este encaste son el listón y el chorreado en morcillo, dándose también el bocidorado y los más comunes en todas las procedencias ganaderas, el bragado y el meano, así como el ojo de perdiz en los ejemplares de pelaje colorado.
Desde el punto de vista veterinario, son reses de mucho trapío, basado fundamentalmente en la amplitud de su compacto tercio anterior y su espectacular cornamenta.
Ganaderias de esta Procedencia que han participado en las Fiestas de San Marcos de Arroyo del Ojanco:
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